Todos conocemos ya las prestaciones que nos da el disilicato en una rehabilitación dental. Pocas veces un material ha aportado tanto como este producto, lanzado al mercado por la casa Ivoclar. Recordemos que la aparición de las primeras cerámicas para aplicar al mercado odontológico se remonta al siglo XIX. Y curiosamente no se relacionaban con el metal, sino que eran para para fabricarlas como una sola unidad, de igual manera que está sucediendo en estos momentos. Fue a principios de los años 50 y durante los 60 que las cerámicas se relacionaron con el metal.
Pero en 1991 aparecieron las primeras cerámicas inyectadas y entonces comenzó de manera paulatina una tendencia irreversible; la de las restauraciones sin metal. Y fue precisamente en 1998 cuando la casa Ivoclar sacó al mercado el disilicato que nos aportaba la capacidad de hacer una reproducción perfecta de la sustancia dental, pero con la ventaja de gozar con una luminosidad que no se había conseguido hasta entonces.
A partir del 2000 ya nos encontramos con la digitalización del proceso de diseño y del proceso de elaboración bajo la tecnología CAD CAM y esto, sin duda, refuerza la aplicación de este material. Es cierto que el zirconio y su desarrollo en los últimos tiempos, gracias a su gran resistencia, está ocupando un espacio importante en las rehabilitaciones dentales, pero todos los que gozamos de cierta experiencia, sabemos que el disilicato de litio tiene unas indicaciones y obtiene unos resultados que seguramente son los que más se acercan a la naturaleza real de los dientes y, por lo tanto, para estos casos, puede resultar prácticamente insustituible.
Es muy importante conocer el por qué y cuándo se debe utilizar un disilicato. Ya que según el tipo de trabajo y sustrato del diente tallado deberemos optar por un tipo de disilicato u otro. Y en este aspecto el clínico, a no ser que goce de una experiencia muy amplia y unos grandes conocimientos, deberá depositar la confianza de la elección del material a su laboratorio. Lo más recomendable siempre es que se pida al técnico del laboratorio, una vez aportada la imagen del sustrato junto a una guía de color, que sea este quien determine qué pastilla utilizar. Aunque, es cierto que clínicos con mucha experiencia es posible que no lo necesiten.
Y qué decir si la clínica tiene un escáner Intraoral con la capacidad de captar las imágenes en el mismo flujo de trabajo, tanto de la preparación como del tallado. El efecto espejo de otro central es algo muy positivo, pero que el protésico pueda tener la morfología original del diente a restaurar ayudará a que el trabajo sea todo un éxito. O de captar los ficheros 3D con muchas más triangulaciones en las zonas de los márgenes, evitando que se produzcan pequeños redondeos en la zona de sellado.
Aunque se debe prestar mucha atención porque no todos los escáneres tienen esa capacidad. En las imágenes inferiores se puede observar como el diseño puede enriquecerse enormemente si el laboratorio cuenta con unas fotos de diseño de sonrisa, ya que puede incorporar los ficheros 3d a la imagen 2d de la cara de la paciente. Así, el diseño gozará de la referencia de muchas características faciales que aportan información como puede ser la curvatura del labio inferior, los pasillos vestibulares, la línea media, etc.
Queremos aprovechar también este artículo para aclarar algunos conceptos que pueden servir de ayuda para comprender en qué nos basamos para escoger un tipo de pastilla u otra. Es una guía simple pero muy aclaradora, la clasificación se ha realizado en función del trabajo a realizar y el estado del sustrato.
La amplia oferta de presentaciones que tiene el disilicato, puede generar dudas a la hora de la elección de la pastilla, por lo que os mostramos a continuación una clasificación que a nosotros nos funciona y creemos que os puede resultar útil.
Incrustaciones:
Independientemente del sustrato, las incrustaciones las haremos siempre en HT. Esta pastilla tiene mucha profundidad de color y podemos conseguir colores saturados con facilidad.
Carillas:
- Sustrato Favorable.
Si disponemos de un sustrato favorable para realizar una carilla, ya sea monolítica o con cut-back, usaremos la pastilla MT. La razón es el valor de la pastilla, es mayor que LT y tendremos mayor margen de maquillaje o estratificado al disponer de mayor valor de inicio.
- Sustrato desfavorable.
Si el sustrato es desfavorable lo enmascararemos com LT y un grosor a partir de 0.6.
En casos extremos (tetraciclinas…) podemos incluso fresar 0.6 en MO y estratificar hasta 1.5 y generalmente enmascaramos con garantías.
Coronas:
- Sustrato Favorable.
Si la corona la terminamos monolítica la fresaremos siempre en MT por razones de valor. Si vamos a estratificar para reproducir características individuales fresaremos la parte dentinaria en MT también.
- Sustrato desfavorable.
Si disponemos de poco grosor de restauración o es un sustrato muy desfavorable, fresaremos en MO y estratificamos. Si hay suficiente espacio y la decoloración no es muy severa lo terminaremos con un Cut-Back en LT estratificado.
Puentes.
(Recordar que el disilicato en este aspecto tiene limitaciones de extensión).
- Sustrato Favorable.
LT con Cut-Back o monolítico
- Sustrato desfavorable.
Si disponemos de poco grosor de restauración o es un sustrato muy desfavorable, fresaremos en MO y estratificamos. Si hay suficiente espacio y la decoloración no es muy severa lo terminaremos con un Cut-Back en LT estratificado.
Esperamos que este artículo haya aclarado algunas cuestiones que os ayuden a mejorar y a diferenciar vuestro trabajo.
Ytrio, el elemento que te diferencia.
Comentarios